Síndrome de Down
El Síndrome de Down es una alteración cromosómica generalmente dada por trisomía del par 21 lo que produce alteraciones en el desarrollo normal a nivel cerebral y físico.
A pesar de que hay más de 50 síntomas reconocidos del síndrome de Down, es raro encontrar una persona con todos o una gran cantidad de éstos. Algunas características incluyen:
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Falta de tono muscular;
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Ojos alargados, con el cutis plegado en el rabillo del ojo;
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Hiperflexibilidad / hiperlaxitud
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Manos chicas y anchas con una sola arruga en la palma de una o ambas
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Pies anchos con los dedos cortos;
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El puente de la nariz plano;
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Orejas pequeñas, en la parte inferior de la cabeza;
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Cuello corto;
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Cabeza pequeña;
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Cavidad oral pequeña; y
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Llantos cortos y chillones durante la infancia.
Cerca de 30 a 50 por ciento de los bebés con el Síndrome de Down también tienen otros problemas de salud. La gravedad de todos estos problemas varía enormemente. Por causa de la baja resistencia, estos niños son más propensos a los problemas respiratorios. Los problemas visuales, tales como los ojos cruzados y la miopía, son comunes en los niños con Síndrome de Down, al igual que la deficiencia del habla y del oído. Aproximadamente una tercera parte de los bebes que tienen Síndrome de Down tienen además defectos en el corazón, la mayoría de los cuales pueden ser corregidos. Algunos individuos nacen con problemas gastro intestinales que también pueden ser corregidos, por medio de una intervención quirúrgica. Algunas personas con Síndrome de Down también pueden tener una condición conocida como Inestabilidad Atlantoaxial (Atlantoaxial Instability), una desalineación de las primeras dos vértebras del cuello. Esta condición causa que estos individuos sean más propensos a las heridas si participan en actividades durante los cuales pueden extender demasiado o encorvar el cuello. En muchos casos los niños con Síndrome de Down son propensos a subir de peso con el tiempo. Además de las implicaciones sociales negativas, este aumento de peso amenaza la salud y longevidad de estos individuos. Una dieta controlada y un programa de ejercicio podrían presentar una solución a este problema.
Tratamiento
Objetivos:
Estimular fases normales del desarrollo evolutivo
Corrección postural
Mejorar concentración
Estimular sistema sensoriomotriz
Mejorar equilibrio y coordinación
Normalizar el tono muscular
Corrección del patrón respiratorio
Desarrollar independencia
Mejorar resistencia al esfuerzo y tolerancia a la actividad física
Estimular estabilidad emocional
Técnicas kinésicas:
Antes de ingresar el paciente a tratamiento se debe confirmar con médico especialista la presencia de inestabilidad atlantoaxial, condición que esta contraindicada para desarrollar esta actividad, no ingresar niños menores de 3 años dado que el diagnóstico aún no se puede realizar.
Ejercicios isométricos, ejercicios activos con o sin implementos, toma de conciencia de la postura correcta, secuencias de movimiento, cambios posturales, ejercicios respiratorios, trabajo aeróbico.
El caballo:
El caballo transmite estímulos sensoriales a través de su movimiento el cual es variable, rítmico y repetitivo. Los cambios de velocidad y dirección combinados con otras técnicas de tratamiento permiten alcanzar los objetivos buscados a través de una experiencia que el paciente disfruta rodeado de un escenario natural.