La importancia de contar con caballos adecuados
Los caballos deben reunir algunas características físicas. “Se usan distintas alzadas (de 0,60 m a 1,60 m de altura) para adaptar el animal a la persona en forma progresiva y luego puede incrementarse esta altura a medida que se gana confianza. Además, tenemos caballos de lomos anchos y delgados porque en algunas patologías de columna o cadera no se pueden abrir mucho las piernas. Todos nuestros caballos están enseñados especialmente y son mansos y regalones”.
La salud física y mental de nuestros caballos es primordial. Sabemos que los caballos que viven todos sus días amarrados o encerrados en pesebreras sufren de estrés, por ello en su tiempo libre están sueltos en el potrero, incluso los días de lluvia. Cada uno tiene una pesebrera individual, se controla la higiene de los cascos, desparasita y vacuna y lava con champúes antisépticos periódicamente.
Cada caballo requiere de entre seis y ocho meses de preparación y entrenamiento. No todas las razas son adecuadas para el tratamiento. Por ejemplo, es imposible trabajar bien con un paciente montado en un caballo Inglés que mide 1.60 mt. a la cruz. No sólo puede ser peligroso, por que es imposible sacar al paciente de encima del animal con la rapidez necesaria en caso de emergencia, sino además el paciente no debe estar a una altura mayor que el torso de su acompañante.
Algunas razas ideales para este trabajo son el Norwegian Fiord Pony, el caballo chileno y el caballo chilote.
NUESTROS SOCIOS
El caballo es un ser que posee:
- La belleza sin la vanidad
- La fuerza sin la insolencia
- El valor sin la ferocidad
- Y todas las virtudes del hombre sin sus vicios.
Por Ronald Wilkins L.
En los muchos años que he tenido el privilegio de involucrame con estos extraordinarios seres llamados caballos he llegado a la conclusión que deben estar incluídos en las consideradas maravillas del mundo y también que son muy pocos los seres humanos que los entienden. Si Dios hizo un animal tan perfecto es para que aprendamos a comulgar con el y lo entendamos, dejando a un lado nuestro egoísmo y en especial nuestra agresividad, porque ha mostrado, que siempre el ha tratado de ser una ayuda para el ser humano y así la historia lo ha demostrado.
Es uno de los pocos animales cuyos instintos naturales, lo único que buscan son su alimentación, procreación y seguridad no para el solo, si no que para todo su rebaño, al igual que los seres humanos normales no desea mal a otros, en su instinto, ni en su mirar tiene la mas mínima intención de agredir. Lo único que pide es amor y tranquilidad y esa buena fe es la que los une al ser humano y aquí es donde tiene sus desilusiones.
El caballo tiene sus ojos a los costados de su cara están ahí para divisar o ver el peligro antes que se le acerquen de improviso a su cuerpo y poder huir lo mas rápido posible, es la típica reacción de el animal que no es cazador si no que cazado. Sus sentidos de la vista como de olfato son muy finos y pueden detectar el peligro a distancia. Su tacto pese al cuero y pelo que protege su cuerpo, siente el pararse una mosca y la aleja con su cola, nadie que no conozca a los caballos se imagina lo sensible que puede ser un animal tan grande y fuerte. Las reacciones para huir son tan ágiles y rápidas, que ponen en peligro a quien este a su alrededor y eso hace pensar a muchas personas que son agresivos, es por ello que al caballo uno debe acercarse de frente, con movimientos muy suaves y sin telas o plásticos que un viento pueda mover de improviso, o algo extraño que haga ruido.
Su inteligencia, es cuestionada, mientras más ignorante es el ser humano, se la desconoce, en ingles hay una frase muy tradicional que es “horse sense” significa en castellano literalmente “el sentido del caballo” pero su verdadera traducción es la SABIDURIA DEL CABALLO. Ya existen muchos estudios científicos, que reconocen su inteligencia, se impresionan con todo lo que pueden aprender y como lo demuestran.
Nosotros nos vamos a limitar a explicarles como logramos tener nuestros caballos tan mansos y cariñosos con los niños.
En la Fundación Chilena de Hipoterapia, recibimos caballos de todo tipo, los dejamos sueltos con sus pares por lo menos dos meses, ellos se relacionan entre sí, están en un lugar tranquilo, con su adecuada comida y nadie los trata mal. Luego de estos meses, junto a caballos ya enseñados, los acercamos a sillas de ruedas, pelotas, palos, argollas o cualquier otro elemento que ocupamos para nuestras sesiones de rehabilitación. Al mes todo es normal para ellos, si son crías de nuestras yeguas las dejamos participar de pequeñas, y todo es más normal todavía. Luego se montan y se eligen los mejores.
Pero lo mas importante es cuando subimos a los primeros niños sobre ellos, en especial si tienen algún problema serio, los tratan con suavidad, tranquilidad y les dan amor, una situación muy difícil de explicar, viniendo de un animal hacia un niño. En once años de Hipoterapia hemos realizado más de14 mil sesiones, sin tener jamas un accidente, gracias a Dios, y a nuestros voluntarios y personal que los trata de la misma forma que se debe tratar a un socio y ellos responden como un muy buen socio. Nosotros nos regimos por standards internacionales cada 270 sesiones debería haber un accidente. Los caballos son inteligentes, saben donde viven y de tratos, ellos responden igual.