Testimonios
Conoce la experiencia de algunos de nuestros pacientes.
Catalina - 25 años
Mi hija Catalina tiene Síndrome de Angelman por lo que no camina, no habla, ni avisa cuando quiere ir al baño. Con la ayuda de la hipoterapia hemos logrado una mejor calidad de vida, ya que no está postrada en la cama ni todo el día en una silla de ruedas, puede movilizarse gateando, sube y baja 15 escalones todos los días. Como nuestra situación financiera no es buena, tenemos el beneficio de estar becados en la Fundación Chilena de Hipoterapia desde hace varios años.
Nos sentimos muy agradecidos y orgullosos de pertenecer a la Fundación ya que a Catalina la atienden profesionales muy humanos que se preocupan de involucrarse con cada paciente, con sus familias y nos ofrecen un entorno acogedor dónde nos sentimos como en familia con su apoyo.
Vicente - 12 años
Hoy quisiera comentar la relación e importancia de la fundación Chilena de Hipoterapia en nuestras vidas como familia. Dar nuestro agradecimiento por todos los años que han becado a mi hijo Vicente quien padece de esclerosis tuberosa, epilepsia refractaria y TGD. En él han logrado grandes avances como controlar sus frustraciones, lograr conexión ocular, lograr una mejor postura, mantenerse sentado en clases, demostrar afecto y socialización con las demás personas y su familia. Esto no habría sido posible si no existiera la institución pionera en hipoterapia en Chile.
Esteban - 25 años
Esteban venia con una sorpresa cuando nació. A los 3 meses le diagnosticaron parálisis cerebral, tipo diplejía mixta con predominio atáxico, síndrome convulsivo y retraso del desarrollo psicomotor global. A los 3 años ingreso a la Teletón asistiendo a los controles y programas multidisciplinarios y participando en terapias de multideficit. Asistió al colegio Las Amapolas donde atienden niños/as con trastorno motor o retos múltiples, atendido por educadoras diferencial, terapeuta ocupacional, kinesiólogos y profesores de educación física. La preocupación de sus padres era que iba a pasar con él quedándose en la casa sin ninguna actividad, definitivamente no era una opción para él. Luego de una llamada inesperada nos contactamos con la Fundación Chilena de Hipoterapia; fue una gran alegría porque seguiría con sus terapias de rehabilitación, además
apoyado con profesionales especializados en la materia y qué mejor arriba de un caballo, en un lugar tranquilo y natural. Esteban no se puede comunicar oralmente pero nos damos cuenta que le gusta ir porque esta alegre cuando lo visten y lo suben al auto. Lo mejor es que la hipoterapia evitará que se agrave su desviación de caderas y también atrasará la desviación de su columna, lo que nos tenía muy
preocupados. Además, después llega relajado y duerme toda la tarde. Para nosotros como padres es muy gratificante porque nos sentimos acompañados y apoyados por los profesionales de la Fundación; ahí todos son iguales y no se sienten las miradas compasivas de las personas cuando nos ven.