El desplazamiento del caballo, aprovechado por un kinesiólogo especializado en Hipoterapia, se transforma en un tratamiento neurofisiológico que produce una estimulación psico – terapéutica ya que moviliza el centro de gravedad del jinete con una cadencia variable, rítmica y repetitiva. Cada paso completo del caballo impone movimientos de la cadera de derecha – izquierda, hacia arriba – abajo y hacia delante – atrás, con el agregado de la rotación correspondiente para mantener el equilibrio.
Por qué con caballos
En una sesión de Hipoterapia, un paciente practica alrededor de 2 mil ajustes tónicos. Esos movimientos producen vibraciones que son transmitidas por la médula, con una frecuencia de 180 oscilaciones por minutos y esa información es la misma que recibe el cerebro cuando una persona camina. El caballo es el único animal que produce este estímulo neurológico.
En Hipoterapia se monta sin silla porque es muy importante el contacto entre los cuerpos del animal y de la persona. A través de los músculos, la persona recibe calor y masajes en la pelvis y sus piernas.
Además, la Hipoterapia produce otros beneficios: El ejercicio libera endorfinas; el calor del animal produce relajación y eso mejora también la circulación sanguínea. Por otra parte, al mover la columna en movimientos tridimensionales, el líquido encéfalo raquídeo provoca un movimiento pulsátil, suave, y esto provoca un masaje en el cerebro y tranquiliza al paciente.
Además, sobre el caballo se realizan prácticas en estática o marcha. Estos prácticas incluyen desde ejercicios respiratorios hasta ejercicios de cintura, columna, piernas y brazos. Y, con las diferentes variaciones en la marcha se puede regular el grado de sensaciones y estímulos. Otras veces, el contacto se da con el sólo hecho de recostarse sobre el animal.
La Hipoterapia, se plantea como la interrelación entre el caballo y su hábitat, el paciente y el terapeuta.
El tratamiento es absolutamente individual y se ajusta a la necesidad y evolución de cada persona y a la recomendación entregada por su médico tratante.